miércoles, 6 de octubre de 2021

La tentación vive al lado

En Antequera hay pastelerías "de temporada". Abren de octubre a enero, y venden género navideño. En esos meses, me da lugar a comprar en todas ellas. Me conocen. "Ya está aquí el goloso", me saludan las dependientas. Todos los años me sobran mantecados. Luego, los voy apurando poco a poco. Casi están más ricos fuera de tiempo. A mi amigo Pintor le duran los roscos de vino hasta el año siguiente.

El caso es que este año han abierto una de estas tiendas en la placita de enfrente de mi casa, a diez metros de mi puerta. Imposible ignorarla. Y os diré algo: más que por los dulces en sí, por el reclamo de la chica que los pregona en la entrada. Como lo estáis oyendo.

Tan pronto en el calendario, no tenía pensado entrar aún en tal pastelería. Ya habrá tiempo. Pero acaeció que hace unos días, yendo hacia la farmacia vecina, me topé de frente con la chica, que me ofrecía una bandejita de degustación. Acepté gustoso y cogí -como la Virgen María con las naranjas del ciego- tres polvorones: uno para ahora, otro para la Peque, y otro más para aluego. Os confieso que, a la vuelta de la farmacia, no pude resistirme, y entré. Más que nada, por volver a ver y peritar a la muchacha. Un primor, ya os digo.

Me acordé un montón de mi amigo Jaime, que no es dulcero, pero sí experto tasador de modelitos de mallas superapretás, de ésas que marcan por delante el triángulo púbico con bisectriz incluida, y por detrás, dos medias sandías boca abajo. Un escándalo para los ojos de un viejo verde. Muy bonita de cara, con ojos vivarachos y  pechera embestidora, completa su encanto con una prosodia lánguida y suave de allende los mares.

Total: media docena de mantecados de aceite de oliva, otra media de alfajores caseros y una bandeja de bienmesabe fue el precio que me costó el aforar con la vista a la simpática y bella muchacha.

No tengo arreglo. 

6 comentarios:

  1. Seguro que llegarás al cielo.
    San Pedro te defenderá diciendo: amó tanto a las hijas de la creación, que se santificó en ese ejercicio.

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    1. Jajaja. Al cielo le pido pastelerías gratuitas servidas por chicas guapas ataviadas solamente con un delantal exiguo. Es mi fantasía.

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  2. Y lo saben perfectamente amigo José María, si también pudieras ver el interior de sus cabezas, cuando ponen sus ojos sobre el cándido representante del género masculino.
    A éste con un desplante me lo llevo al huerto, y me compra medio mostrador. Lo saben, pero y lo bien que se pasa sin hacerle daño a nadie.
    Un fuerte abrazo

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  3. Jaajaja, una pastelería en frente de tu casa

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  4. Suertudo que eres con una pastelería frente al hábitat y pastelera de mejor ver que los pasteles. Si señor ya veo que te vas curtiendo y refinando como auténtico "mirón". Ah y un viejo si no es verde pobre de él. 😜😜😜

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