martes, 28 de julio de 2020

Regreso a casa

En la última fase de la famosa desescalada, anhelando por ello desde semanas antes, nos mudamos al pueblo. Casi, casi, a estrenar la casa nueva recién restaurada. Algo más de un mes hará de la mudanza. Y lo tomé como una especie de sucedáneo de las vacaciones estivales: como este año no podemos irnos al norte, nos vamos al pueblo. Muy bien. Y con mi barba Covid y todo.

Aparte de la novedad, uno de los alicientes de nuestra nueva vida-quizás el principal para mí- iba a ser, sin duda, dar satisfacción plena a la ilusión de la Peque por disfrutar por fin de su flamante casa, el hogar de su familia hasta hace bien poco, la herencia de sus padres. Y lo hemos hecho: disfrutar. Creo que sí.

Un mes intensivo. Ansioso, diría yo. La Peque ha exprimido el tiempo disponible hasta lo indecible: tres sesiones diarias de ejercicio físico, a saber, senderismo a las siete de la madrugada; aquagym a media mañana y una sesión extra de senderos más cortos sobre las ocho de la tarde. Con su hermana Conchi, su prima Ani y su sobrino Juanma. Yo, solo el aquagym, muy divertido por otra parte al ser el único hombre a tiempo completo en un grupo de diez féminas casi tan fieras como la Peque. Bromeo con ellas recurriendo a tópicos micromachistas u homófobos, lo reconozco, que tan difícil nos resulta a los hombres rancios despojarnos de ellos. Los movimientos tan sinuosos y gráciles en el agua a que nos obliga nuestra bella monitora me empujan a gritar que me voy a descoñar o que de ésta voy a romper en maricón.
Pero fuera aparte (se dice así en Sevilla, han sido muchos años allí) del aquagym, he seguido fiel a mi María Martínez, la del canal de gimnasia del Youtube, y además he amortizado de sobra una piscina de estas de plástico duro que tanta gente ha comprado este año, en el campito que mi cuñado Sepli tiene a las afueras del pueblo. "Niño, estás achicharrao" -me regaña una vecina muy parlanchina que tenemos.

Mis miedos de siempre, sin embargo, me han traicionado, es verdad. En el pueblo es prácticamente imposible hacer un medio confinamiento. Son diarios los contactos cercanos con familiares, muy frecuentes las visitas de hermanos y sobrinos, gente mucho más joven que nosotros y que se mueven por el mundo; incluso, de algunos pacientes que me consultan; inevitables algunas salidas a bares muy saturados; alguna que otra comida en casa o en el campo con familia y amigos... Y me asusto. Cuando nos enteramos del caso positivo del cura, anduve dos días acojonao porque aunque yo no sea capillita me relaciono con todo el pueblo. Y, para más inri, mi hermano Manolo (Samuel para nosotros) había estado en los preparativos de vestir a la Virgen para el día 16. En esta enfermedad tan silenciosa donde menos lo esperas puede saltar la sorpresa. Ni en la iglesia está uno tranquilo. Hasta que salieron todas las PCR negativas lo pasé regular. Total, que la Peque, conocedora de mis desvelos, dice hoy que hasta aquí hemos llegado. Que pa la casa. Y nos hemos venido a Antequera. ¡Toma ya! De un plumazo.

Y me encuentro ahora más relajado. Porque puedo hacer lo que me plazca. Como muchos de vosotros, amigos míos, que os habéis confinado en el campo, en la playa o en vuestra casa de manera voluntaria. Es la sensación de haber estado un mes fuera de casa, muy a gusto y haciendo muchas cosas, sí, pero sabiendo que no estás en tu sitio, que es una situación transitoria, que algún día volverás a la tranquilidad de tu hogar. Como lo que me ha pasado con mi barba, que no me he hallado del todo con ella. Y ayer mismo, como presagio de lo que estaba por venir, me la afeité. Un tío nuevo. Aún no me he hecho a la idea de que aquella casa del pueblo también es mi casa. No creo haber tenido en todo el mes la sensación placentera de autonomía, intimidad y relajación que disfruto aquí en Antequera. Será que necesitaré más tiempo y, sobre todo, más seguridad. Necesito la vacuna. En fin... Todo se andará.

13 comentarios:

  1. Eso, amigo Fili.
    Os deseo que "Todo lo andéis bien"

    Un abrazo muy fuerte.

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  2. El virus amigo José María, dicen que no piensa, ni anda ni vuela. Que viene a ser como el aceite, que si lo tocas lo vas soltando en todo lo que cojas.
    La diferencia con el aceite, es que la mancha del virus no se ve, y que el virus infecta el cuerpo.
    Cuidarse con prudencia es la mejor receta.

    Un abrazo amigo Fili.
    Juan Martín

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  3. En mi pueblo también se decía "fueraparte", pero así, dun tirón.

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  4. Paco, es así "fueraparte", yo he querido ponerlo en fino, porque, claro, yo no soy de Fernán Nuñez. Jajaja

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  5. Es verdad José María, como en casa en ningún sitio.
    También hemos estado en el pueblo poco más de una semana y hemos vivido muchas de las experiencias que tú nos cuentas.
    Saludos fríos con la familia y amigos, manteniendo cierta distancia social al principio para acabar demasiado relajados.
    El remate las NO Fiestas Patronales. Ha sido tan extraño...
    Como en el dicho: "a cada uno en su casa el culo le descansa" y es que además tenemos que seguir cuidándonos...
    Recibe un fuerte y cordial abrazo.

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  6. Así es. En mi pueblo tampoco habrá feria este año. Lógico. Por desgracia, no es tiempo de socializar ni de familiarizar.
    Abrazos para todos.

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  7. En cuanto al Máster Doméstico he coincidido contigo en varias asignaturas (espejo cuarto de baño, recoger ropa del tendero....) y también lo veo difícil de aprobar.
    Que incertidumbre de futuro con esta situación, llegará una vacuna que sea efectiva y nos permita vivir esta época de “ goteras” que nos queda con alguna tranquilidad. Que extraño ir por la playa y cruzarte con todos los paseantes con sus mascarillas y enfadarte con los del deporte que pasan corriendo a tu lado, obsequiandote con sus espiraciones potentes donde no sabes si aparte del CO2 lleva otros ingredientes.

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  8. Querido Juan: digamos aquello de que no hay mal que cien años dure. Y mientras tanto, prudencia y voluntad de seguir aguantando. Un abrazo.

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  9. Me preocupa que andéis todos tan preocupados con el virus.
    Virus y humanos llevamos toda la "vida" conviviendo.
    Los virus estimulan la maduración orgánica y, por lo que tengo leído, se integran en nuestro organismo, al igual que otros tipos de microorganismos como las bacterias, simbióticamente.
    La única vacuna recomendable es un sistema inmunológico saludable.

    Estamos mirando el dedo en vez de mirar la Luna que es lo que deberíamos mirar.
    Abrid en Internet alguna página de Plataformas anti 5G ó Stop 5G.
    Vacunas caca. Mascarillas, bozales, tapabocas... lo mismo.
    Y no olvidéis que, a veces, los herejes también tenemos razón.

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  10. Pedro,eres un caso. No menosprecio tus recomendaciones. Solamente que, por el momento, prefiero la Ciencia a la teoría conspiranoica y esotérica. Un abrazo.

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  11. Yo también prefiero la Ciencia. Pero la buena, no la comprada por organismos corruptos (OMS, Gobiernos...) y empresas inhumanas (telefonías, farmaceúticas, periodísticas...)

    Acción. Revista Ecologista nº 95.
    Contaminación electromagnética.
    Nos suena difuso, lejano. Sin embargo, junto con el cambio climático, quizás sea uno de los desafíos ambientales más graves e inmediatos a los que se deba enfrentar nuestra generación.
    Han hecho falta más de doscientos años para que los científicos empiecen a hablar de cambio climático. Sin embargo, apenas treinta años después de que se produjera la explosión de las tecnologías inalámbricas ya se han realizado treinta resoluciones firmadas por cientos de científicos y médicos independientes que están alertando de que estas tecnologías, “en niveles miles de veces por debajo de las directrices legales actuales”, son extremadamente dañinas para toda clase de vida [1].

    Más de 240 científicos de 40 países también han alertado de las posibles consecuencias del 5G para la salud. Algunos informes alertan de que la saturación del electromagnetismo asociado a estas redes podría traer cosas negativas. Ya se alertaba con el 4G, pero ahora la saturación y exposición forzosa será aún mayor.
    Los CEM a los que estaremos expuestos podría afectarnos a nuestra salud gravemente. La OMS (Organización Mundial de la Salud) y la IARC (Agencia Internacional para la Investigación contra el Cáncer) han catalogado los CEM de frecuencias entre 30 Khz y 300 Ghz son posiblemente carcinógenos para los humanos y agrupados Grupo 2B. Recuerda que las radiofrecuencias (RF) de 5G operan dentro de ese rango.
    La Guía EUROPAEM sobre CEM que se publicó también alerta de que existen fuertes evidencias entre la exposición a largo plazo con el riesgo de enfermedades como ciertos tipos de cáncer, enfermedad de Alzheimer, infertilidad masculina, etc. Y esto no solo afecta a los seres humanos, también alteraría otras formas de vida de la naturaleza, como plantas y animales.
    Además, es algo que no puedes evitar. Si no usas 5G vas a estar expuesto igualmente, puesto que las ondas electromagnéticas están presentes en el ambiente. Es algo así como la radiación natural, que no puedes evitar… Pero a pesar de todo, los millones de dólares que moverá el 5G parece tener más peso que las consecuencias, como suele ocurrir siempre.

    Como botón, dos muestras.

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  12. Me apabullas, Pedro. Te prometo tener en cuenta estas consideraciones y ahondar un poco más en ello.
    Son teorías que alertan acerca de posibles daños presentes o futuros. Sin embargo, el tabaco, el más mortífero de los agentes ambientales permitidos, sigue ahí tan campante.
    Con todo, espero la vacuna con impaciencia. Jajaja

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