miércoles, 22 de septiembre de 2021

Y llegó el otoño...

"Está la tierra mojada

 por las gotas del rocío,

 y la alameda dorada

 hacia la curva del río"    (A. Machado)


Septiembre se aleja con los castigos mortíferos del fuego traidor en nuestras sierras y el de las "coladas" incandescentes que arrasan La Palma. El dichoso virus -vacunas mediante- parece darnos un respiro con pintas de definitivo, pero la estulticia de los pirómanos se me antoja tan potente y contumaz como la fuerza destructora de la Naturaleza. Menos mal que el otoño ha entrado como debe, bendiciendo el campo con sus aguas vivíficas.

Sí, ya sé que lo habéis notado: mi trimestre sabático. Durante el verano, la Peque y yo nos hacemos pueblerinos y nos olvidamos de otras obligaciones que no sean nietos, casa, familia, piscina, río y mi golf campero. Encima, el no disponer de ordenador portátil en la casa de Palenciana me sirve de excusa perfecta.

Pero, ya en Antequera, se acabó el verano. Y ha empezado el nuevo curso. Mi nieto Daniel, de tres años y medio, no sabe si su nueva señorita es guapa, "se llama Aroa y es buena", nos dice. Y también que le "encanta" toda la comida del cole, menos lo verde de la ensalada. El otro, Lucas, que cumplirá siete años en octubre, va de mayor, "me piro vampiro" -me vacila-, y está muy contento con su maestro de este curso, don Antonio, porque es un hombre simpático y un "friki" de los juegos fantasiosos. Se ha apuntado a fútbol, kárate, baloncesto y natación, y pronto deberá decidir qué deja, porque todo no se puede llevar para adelante. ¡Qué dura, la vida del escolar...!

A mediados de junio me operé de mi hernia discal y he quedado que lo flipas de bien. Me arrepiento de no haberlo hecho antes. No, mi mal pataje de siempre sigue igual, nada ha cambiado en mi cuerpo destartalado. Pero no me duele la ciática, que es de lo que se trataba. Y puedo jugar al golf silvestre como me gusta. Y hasta bañarme en nuestro río. 

A su paso por nuestras tierras de Benamejí y Palenciana, el Genil, azuzado por el pantano, avanza ancho e impetuoso; bravo y espectacular. Pero, aún así, siempre nos deja a los paisanos que sabemos encontrarlos unos pocos remansos escondidos para nuestro deleite. El camino que baja al río bordea el cementerio. Ha habido días en que he entrado a charlar con mis padres, con mi hermana o mi cuñado, o con mis suegros y mis padrinos. Conozco a casi todo el mundo. Conozco más a los muertos que a los vivos del pueblo. Da que pensar pasear por un cementerio tan chico y comprobar que toda la gente con la que te has criado, la gente que tanto te ha rozado y querido, está muerta. Y que tú tienes ya casi sesenta y nueve añazos. Otoño. A mi hermana Josefa le regaño porque nunca tendría que haberse consentido a irse tan pronto, con tan sólo cincuenta y tres años. ¿En qué posición me dejaste delante de la gente del pueblo, un médico tan afamado que fracasa ante su propia hermana? Miro la foto de su lápida y veo que me sonríe. Con mi madre me traigo una guasa que no es normal. Mi perrita me mira extrañada de verme reír solo. O sollozar solo. Mama, le digo, ahora ya ves que bajo al río casi a diario y nadie me pone pegas. No como tú, que eras un coñazo, que te acostabas conmigo en las siestas para que no me escapara, que me tenías asustado con los entripaores que secuestran a los niños para sacarles la sangre, y con los remolinos traicioneros del río. Y era mentira: ni hubo nunca entripaores en el campo ni remolinos en el río. La Peque quiere que mi hija nos incinere a ambos cuando muramos, y yo lo veo bien. Pero, por otra parte, echaría de menos tener mi nicho en el cementerio de mi pueblo a donde mi hija y mis nietos pudieran ir de vez en cuando a echar un ratito de cháchara conmigo.

En fin... Se me nota el chocheo. Seguiremos con cosas más positivas. Que eso, que me alegro de volver a encontraros. 

 

14 comentarios:

  1. Bendito chocheo Fili, sigue, sigue no te pares, por favor. Un abrazo

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  2. Bien venido amigo José María, y felicidades por la recuperación de facultades físicas.
    Los nietos son otra vez la primavera en nuestras vidas de setentones, que nos ponen al día en muchas cosas olvidadas.
    Un abrazo

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  3. Tío! Como has vuelto 👏👏👏👏 te sales.... Has alimentado la inspiración estos meses

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  4. Da gusto volver a tenerte susurrando tan adentro. Gracias Fili. Bienvenido.

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  5. Gracias, amigos. Seguiremos con la escribanía. Creo que en medio de tanta desgracia en nuestra geografía física y tanta confrontación en la geografía política y cívica viene muy bien alguna cosa distendida, personal y no sujeta a bulos ni manipulaciones. Un abrazo.

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  6. Mu güeno lo de la incineración.🤣🤣, Isabel y yo también tenemos por escrito que nos incineren. No me gusta eso de que me coman los gusanos.
    Enhora buena Fili.
    Como ya sabes por el facebook, yo, aunque tarde he cumplido uno de mis sueños moteros.

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    1. Gracias Pacomo. Te has recorrido España entera, tío. Enhorabuena. Un abrazo.

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  7. Aunque te teníamos de alguna forma controlado por los mensajes de Facebook, tu presencia literaria me alegra, parece que te retrotraes a tu adolescencia por eso de comenzar el curso en estos días. Muy bien que te haya resuelto la ciatalgia la intervención. Esperamos seguir contando con tus historias y tu sentido del humor, que aunque sea por momentos nos saque de este clima de tragedias. Un fuerte abrazo

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  8. Me alegra leer tus diálogos, frescos, realistas y emotivos. El otoño me trae un poco de nostalgia, pero tampoco esta mal. Un abrazo

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  9. Siento la reiteración, por lo visto el nuevo curso no me ha servido

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  11. Jajaja. Juan Beltrán: sigues sin aprender. jajaja.

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  12. De este artículo las anécdotas de los nietos me han encantado.
    De nuevo felicidades por superar el tema de la ciática.
    El golf campero demuestra que la cabra tira al monte. ¿No decías que ibas a apuntarte a un club de golf?
    Un abrazo.

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    1. Sí, mi propósito es apuntarme al club de golf de Antequera, una preciosidad de entorno. En breve lo haré. Como soy tan cauteloso estoy probándome por el monte, por ver cuánto aguanto, no sea que llegue luego al Clug de golf y me devuelvan por flojo. Un abrazo.

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