viernes, 3 de febrero de 2023

Los dulces me pierden

De paseo matinal con mi perrita, muy cerca de mi casa tropiezo con una tienda nueva. Nada de particular, cada dos por tres se abren unas y se cierran otras tiendas en Antequera. Nada de particular, si no fuera por lo que es: ¡¡¡es una pastelería!! Y de las buenas. Se han enterado; ya era hora. Llevo viviendo en esta ciudad cuatro largos años y, por fin, me tienen rodeado. Se ha corrido la voz: ¡¡aquí vive un goloso!! Cinco pastelerías en un radio de cincuenta metros. Sin escapatoria.

Amarro a mi perrita a un asidero a propósito en la entrada y me cuelo a gulismear. ¡¡Huummm! ¡¡Qué fragancia tan enervante!!! Estoy por creer que a mis años, apaciguado ya el antiguo furor viril, más que ninguna otra cosa, lo que más me sube los niveles de endorfinas y de oxitocina es la contemplación casi mística de un mostrador de pasteles. Ni siquiera comerlos, solo venerarlos con la mirada. ¡Ah! ¡Qué legado de dulzura me dejó mi abuela Josefa!

Imposible esta mañana vencer la tentación. Es una tienda nueva y hay que promocionarla. En bastantes ocasiones compro pasteles sin necesidad (y luego los congelo) por temor a que cierre alguna confitería por falta de clientela.

-Todo el muestrario que ve usted son pasteles caseros. Todos, hechos por mi madre -me aclara la chica-. Mire usted la pinta de este bizcocho de nueces...

Total: dos porciones de bizcocho (hoy almuerza conmigo mi amigo el Pintor y lo sorprenderé con una ración), dos empanadillas de cidra y un tarrito de bienmesabe. Ea, hasta mañana.

Tan ensimismado con el botín alcanzado, tiro derecho para mi casa, a escasos veinte metros, con el ansia de probar enseguida las empanadillas. Aunque hago el régimen de ayuno intermitente, estoy en hora de comer, menos mal; si llego a comprarlas por la tarde tengo que aguardar hasta  mañana en el desayuno para poder catarlas.

Pero antes de abrir el envase, ya en casa, echo en falta a mi perrita... ¿Dónde coño he dejado a mi Pelu??? Salgo corriendo escaleras abajo y cruzo la calle... Y allí estaba la probe, atada donde la dejé, sin decir ni pío.

-¡Qué buena es!! No ha dado un ruido -me dice la chica pastelera-. Cuando me he dado cuenta de que usted la había olvidado ya lo perdí de vista. Pero se ha portado como una señorita muy bien educada.

-Perdone usted. Habrá visto que los pasteles son mi perdición. Pierdo la cabeza.

11 comentarios:

  1. Que ricas las empanadillas de cidra, con ellas me pasaba lo que a Proust con la magdalena, me traían dulces recuerdos de infancia y a mi madre haciendo el cabello de ángel, gracias Fili, hemos quedado pata eso, pata adorar pasteles y a las dulces confiteras.

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  2. Si no fuera por lo que es, fumaría, que no fumo desde 1990, aunque de eso podría pasar, y me hincharía todos los días de dulces y bombones y para merendar, churros con chocolate. Pero, acostumbrado uno a las restricciones de la infancia y la juventud, quiero ser un hombre moderado como lo era mi padre.
    Pepe Ramírez.

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  3. Soy más de dulzura que de dulces. A. U.

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  4. Tengo un amigo tan goloso como tú. Pero es resistente a la tentación y por más que nos paseamos ante una rica pastelería no picó. Yo me habría metido algún pastelito fino, o dos. Con el buche lleno de filetón a la plancha poco hecho, lo dejé correr. Los porros, los churros, las patatas fritas de bolsa... aún existen, pero ya no para mí; todo por resistir aceptablemente sano hasta que venga a buscarme la silenciosa parca.
    Pedro Calle

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  5. Abandonando a mi fiel
    compañerita canina,
    por almorzar un pastel
    hecho de dulce cocina,
    vine a dejarme la piel
    y quebrantar mi rutina,
    a un panal de rica miel
    exento de ocitocina.

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  6. Y con ello mansamente
    detrás de hacer esa cata
    nada más tengo presente;
    la mente se me arrebata.

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  7. Jajaja. Pues sí. Pero he decirte, Pedro, que soy igual de disciplinado que tu amigo. he llegado a conformarme con ver los pasteles tan bien expuestos en los mostradores. Pa que veas.

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  8. En la vejez todos santos. "Y aquel trueno, vestido de nazareno..."

    Para evitar equívocos, los romancillos son de mi amigo J.A.
    En un correo me dice que esperaba algún comentario tuyo. (Yo tampoco sabía de quién eran).

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  9. En mi blog ha publicado varias poesías suyas, la última muy recientemente. Es un buen amigo mío que vive en Alicante.
    Nos lee asiduamente. A mí me hace los comentarios en el correo electrónico. Escritor inquieto y curioso, y a la vez bastante discreto, cuyas poesías y relatos dan para editar un libro. También ha cultivado el dibujo y tiene una historieta corta de humor-terror-fantasía. Si le parece bien, publicaré una muestra suya en mi blog.

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