sábado, 9 de mayo de 2020

Día 56. ¿Quién se acuerda del fútbol?

En la vida real, a estas alturas de mayo muchos de nosotros ya estaríamos afanados con las semifinales de la Champions y con los últimos coletazos de la Liga: si el Madrid le gana el pulso al Barsa, o si el Sevilla se mete en puestos de campeones...  O si habrá pitada al himno en la final vasca de la Copa del Rey. Pero en esta especie de vida virtual que mal llevamos ¿a quién le interesa el fútbol?

Ni me acuerdo desde cuándo no leo el As o el Marca por Internet. Tanto, que sus logos respectivos se han borrado solos de mi portada de Google, viendo el nulo caso que les hago. Curioso, también se ha esfumado el icono de mi cuenta bancaria, por lo mismo. Ya no mira uno ni los dineros que tiene... Las únicas noticias que me han ido llegando de manera esporádica acerca del fútbol son las de los wassapts con chistes malos sobre el Betis. "Si queremos eliminar de Europa al coronavirus, que fiche por el Betis", o "Los jugadores del Betis han dado negativo en PCR pero positivo en los piojos", o "El Betis lleva ya 56 días sin perder un solo partido"... Cosas así. Al Betis, en fútbol, le pasa como a Lepe o Fernán Núñez en los chistes: siempre la mofa, siempre mal parado. Aunque ahora, con los vídeos de Joaquín, la cosa empieza a cambiar. Y mirad que tengo todo el tiempo para ver partidos antiguos en el canal Real Madrid, que solamente retransmite los ganados, o sea, garantía de no sufrimiento. Pues ni por ésas, que no. Al menos Nadal ha salido en público expresando su pésame por tanto fallecido, y sus tristeza por lo que estamos viviendo. ¿Dónde, Cristiano; dónde Messi con sus burradas de millones? ¿Quién era un tal Vinicius jr, que ya no le pongo cara?...
Videojuegos: Vuelve un mito, PC Fútbol para móvil y ordenador ...
No sé si fue Sacchi o Valdano quien dijo que el fútbol es la cosa más importante de las cosas sin importancia. Yo, con licencia de autor, se lo voy a encasquetar a Michael Robinson, que me cae mejor; un inglés simpático y un excelente profesional, un hombre bueno que nos ha dejado sin ruido. Mirad si sería buen locutor de fútbol que los madridistas lo tachábamos de culé, y los culés, de madridista. Este desinterés manifiesto de mucha gente por el fútbol en estos momentos es una prueba más de la futilidad de tantas cosas a las que nos acostumbramos como esenciales siendo, como son, contingentes, circunstanciales, de pasatiempo; útiles en su justa medida sin que nunca debieran de alcanzar las cotas de publicidad, mérito y ganancias que nuestra sociedad de lo superfluo les ha brindado.

Leemos ahora, convencidos, que los sanitarios, los mayores en riesgo y otros empleados públicos que nos defienden o nos abastecen deben tener prioridad, por delante de los futbolistas, para hacerse los test rápidos. Le damos al "me gusta" de los contratos indefinidos a los sanitarios que se han fajado con la muerte, y al de los futboleros que se avienen, de mala gana, a bajarse el sueldazo. Firmamos on line documentos que solicitan la rebaja sustancial en cargos políticos que creemos intrascendentes, o la anulación de la famosa X para la Iglesia... Y todo eso lo hacemos ahora, cuando le hemos visto las orejas al lobo. Está bien. Veremos cuánto nos dura este sentimiento. ¡Quiera Dios que pase de rabieta a convicción! Que permanezca para siempre entre nosotros el paradigma aristotélico de las categorías: saber definir y diferenciar las distintas categorías o "clases" de la realidad; aprender a ordenarlas por su valor, nunca por su precio. Ojalá en lo sucesivo nunca tengamos que recordar que hay en la vida cosas mucho más importantes que el fútbol. Que un médico, una enfermera, un repartidor de butano, un agricultor o un recoge basuras cumplen funciones realmente vitales para la sociedad. Cosa que jamás se podrá decir de un futbolista.

Como mucho, y para no ser tan drástico, le voy a conceder al fútbol algo que he oído por ahí: el fútbol es lo más importante que tiene la vida cuando la vida no es lo importante.

¡Déjate de Aristóteles, y vámonos pal balcón, que la cosa está decayendo! 

4 comentarios:

  1. Cada cosa en su sitio, ordenados según la importancia, asi debería ser. Pero lo será?

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  2. Lo normal que ocurra cuando se deja hacer sin más, es que el ganado se meta en la siembra y se coma lo que encuentre a mano.
    Amigo José María la cabra siempre tira al monte, que dice el refrán. El dinero abundante del espectáculo entretiene y vende, a la par que distrae de problemas y penas.
    Como siempre, es un placer leerte.
    Un abrazo amigo.
    Juan Martín

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  3. Hablando de locuras, como la del fútbol que enciende pasiones y despilfarra recursos económicos por diversión, acuden a mi mente los bingos y todo tipo de apuestas on line o estatales, los viajes frenéticos al extranjero y el boato de las fiestas de mi pueblo y su entorno geográfico.
    Lo considero locura porque los excedentes gastados en diversión (y en ello incluyo todos los paraísos fiscales) resolverían el hambre y otros problemas estructurales de la humanidad.
    Para divertirnos siempre contaremos con los juegos de mesa, los deportes al aire libre y el senderismo, el camping autónomo y los bailes populares...
    ¿Acaso cuestan dinero? Pues eso.

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