En cuarto, le veo la punta a mi carrera. He superado lo peor. Lo tengo dominado. Hasta tengo sueños en que ya estoy de médico en un pueblo. El caso es que con las matrículas de honor pasa un poco como con los dineros: cuanto más tienes, más quieres. Y la mala influencia de Paco me tienta de continuo para conformarme con el notable y poder así disfrutar de juergas y salidas. Paco viene dos cursos por detrás, y lo que más nos une es la calentura. Somos muy amigos por mor de la amistad entre nuestras chicas respectivas: Toñi y Choni. Pero totalmente distintos por cuna y por gustos: él es hijo único y mimado de su papaíto, pediatra de zona en pueblo grande; tiene su piso propio, para él solito, su moto y su coche, un mini amarillo, super chulo. Y las llaves de un piso de sus padres en Sevilla, en Virgen de Luján, y de un apartamento en Cádiz, en la playa de la Victoria. Gusta de saraos y presume por el barrio dando cochazos de un lado a otro. No me explico cómo va sacando los cursos. Y a mí sólo me motivan el estudio y las notas. Me aburría en los Patios, en las Cruces, no digamos ya en la Feria. Me parecía una pérdida absurda de tiempo tanto bailoteo, tanto beber y fumar: una cosa de gente sin haciendas.
-Antes, porque una era tonta, pero ahora me haces eso y te dejo tirado; digo, siempre con mala conciencia por salir a divertirme. Habrase visto... -la Peque, en sus soliloquios.
Pero aún quedaba otra "malísima" influencia por llegar. En junio del 77, Toñi acaba sus estudios de enfermería y, a renglón seguido, la contratan en el "Reina Sofía". En la planta de Respiratorio. Y en dos días se hace íntima de una auxiliar sevillana tan viva y despabilá como ella. Inseparables. Dios los cría... Sí. ¡Vaya par de dos! Pilar era una muchacha fuera de lo común. En todos los sentidos: guapa, alegre y dicharachera, uña y carne con Toñi. De tanto rozarla, yo no era consciente de lo guenísima que estaba. Tiposa, morenaza y provocativa. Un bombón en mi propia casa, y yo embobado con mi novia. Desde que nos casamos, en noviembre de ese año y nos mudamos a Pintor Zurbarán, 7, 1ºA, Pilar vivía con nosotros, no sé para qué coño mantenía el alquiler de su piso, dos calles por detrás del nuestro.
-¡Masisa, tía güena!! -se la comían con los ojos los albañiles cuando pasaba ella de camino al hospital con aquellos pantalones blancos y apretados que le marcaban tan bien la bisectriz púbica y los gajos de los lados. ¡La madre que la parió!
Arrimaba a Toñi a su querencia natural, al vicio del tabaco, a las compras en Galerías Preciados, a tomarse unas copitas con sus tapas en el Adriano, en El Parque, o su vermut en El Cisne Verde. Y a mí me llevaban los demonios. Sin embargo, me chiflaban los modelitos de ropa interior, los bodies de entonces, que se compraba y se probaba en su habitación del piso para que se los viera la Toñi. Y yo, como que pasaba por allí, claro. Buena hembra, y mejor mujer.
-Chema -me decía provocativa-, la pequeña y yo nos vamos por ahí. Tú, quédate con tu Patología Médica -y me hacía su mohín y todo.
Nombraba a Toñi como la pequeña. Y de tanto pequeña, Paco la pasó a Peque, y ya, para la eternidad. Ea, ya sabéis de dónde le viene el nombre.
Hay dos cosas en mi vida de las que puedo presumir con la boca llena: la familia que me ha tocado y los amigos que me he buscado.
Amén.
Recién llegado al redil de la amistad, me siento en mi provecta edad, premiado con el lujo de tenerte como amigo.
ResponderEliminarJajaja. Eres único Ardino. El mérito es vuestro. Lo mío es una especie de imán que atrae hacia mí solamente a la buena gente.
EliminarNo sabe uno ya qué comentarte, con tanta historia y variedades sociales que nos relatas.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención la miajita de desacuerdo entre Toñi y tú.
Ella queriendo disfrutar las cosas alegres y divertidas de la vida mientras tú tratabas de "reconducirla" a la vida discreta tranquila y hogareña.
El "ajuste" de mundos en el matrimonio no es, generalmente, tarea fácil.
O al menos en mi propio caso, no lo está siendo nunca del todo. Pero a través de las mútuas concesiones, vamos conociéndonos mejor y aceptándonos.
La moraleja del matrimonio podía ser que cuando los cónyuges consiguen un tratado de paz estable y duradera, van y se mueren.
Un abrazo para ti y para Toñi.
Sabia reflexión, Pedro. Yo atrapé a la Peque demasiado pronto, apenas tendría ella 17 años, y la adoctriné en mi criterio de exigencia personal y de esfuerzo. Hasta que despabiló. Y entonces felizmente ella tomó el mando. Y hasta ahora. jajaja.
EliminarQue sigas disfrutando de tu Peque que vale mucho. Un abrazo para los dos de Trini y mío. Qué bien escribes!!!! Feliz cumpleaños y a seguir cumpliendo y escribiendo amigo Fili
ResponderEliminarComo ya te he dicho por whasap, me he confundido, creía que estábamos a 10 de noviembre.
ResponderEliminarEs igual Fernando. Mi cumpleaños se mueve entre los días 9 y 11 de noviembre. Nací el 9 y me inscribieron el 11. De manera que tengo tres días de celebraciones: 9,10 y 11. Jajaja
EliminarY la Peque, que dice?.
ResponderEliminarLa Peque ¿qué va a decir?... ¡Que le duele la cabeza! Jajaja
EliminarPues felicidades por tu cumple amigo José María.
ResponderEliminarEn el matrimonio a mi me pasó como en primero, que le sacaba siete años a la media de la clase. Una distancia que luego he intentado acortar con los hijos, los nietos y los años de convivencia en la casa.
Un abrazo amigo Filiberto
Juan Martín
Mucha peque si señor. Peque pero con altura
ResponderEliminarMenos mal que la peque no es celosa y sabe lo "de perro ladrador poco mordedor"...
ResponderEliminarMuchas felicidades sin olvidar que el próximo es el 69...mucha salud y que tengas un maravilloso día.Un fuerte abrazo.
Sigue la intriga acerca de quién será BOSTEZO. Lo averiguaré. jajaja
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