domingo, 1 de abril de 2012

Don de mando

Después de veinte años de jefe aún no he aprendido a mandar, ni creo ya que lo consiga. Mis médicos me llevan siempre al huerto. Menos mal que son buena gente y unos profesionales sin tacha.
Sin embargo, mi contraparte, la Peque, parece llevar el mando en la masa de su sangre. No solo en el hospital, cosa que veo muy bien, sino también en nuestra casa. Y además mostrando un saber y una naturalidad que me asombran. "Oye Sema, ¿qué estás haciendo?" "Nada Peque, entretenido con la Pegui" (nuestra perrita). Como hoy es domingo creo verme más liberado para mi solaz, ¿no? Que te lo has creído. "Pues deja de hacer tonterías con la perrita y ponte a mi vera, que hay mucho que despelotar aquí". "Peque yo había pensado en ponerme a escribir, y luego tengo que preparar una clase de la facultad." "Ya lo harás luego, o mañana, lo primero es lo primero". "Pero Peque..." "Ni Peque ni nada, ¿no ves que quiero dejar todo esto arreglado antes de que se levanten éstos, hombre". Éstos son la Meli y su novio. Por cierto, esta modernidad sí que la he aceptado de buena gana, que los novios se acuesten juntos en mi casa.

No es por presumir, pero ya hago algunas cositas: me meto en la cocina, barro los patios, recojo el baño, me ocupo de las cosas de la Pegui, ordeno las estanterías, hago las camas muy malamente...Menos planchar, eso no. Me resulta cansadísimo. No hace tanto intentaba, en vano, liberarme de estos deberes haciéndoles ver a mi mujer y a mi hija mi condición de intelectual, y por tanto, incapaz de ciertas tareas tan vulgares. Pero con buenas he dado...Manitas no he sido nunca, ni lo seré. Para colgar un cuadro o poner una cortinas se las tienen que arreglar la Peque y su hermana Miqui, yo me quito de enmedio. Me asusta pensar que vayan a hacer cualquier estropicio con el taladrador y la broca.

Bueno, y después de un día entero al servicio de la dama uno espera alguna recompensa aunque fuera en especie, o sea, carnal mismamente. Pues ni éso. Estas cosas de la casa se hacen por obligación, por corresponsabilidad, como se dice ahora, y no para recibir nada a cambio. Así se expresa la Peque. Hay que ver lo pronto que se les pega a las mujeres todos estos mensajes nuevos del feminismo castrador.

Dice mi amigo Antonio Pintor que el deseo sexual no satisfecho hace crecer las uñas de forma acelerada. No he encontrado ninguna referencia al respecto en mis libros médicos, ni siquiera en el Up to Date. Pero debe ser verdad. En la consulta ya no sé qué hacer para disimular mis uñas cuando tengo que  explorar el vientre a alguien. Y no es cosa de estar cortándose las uñas todos los días. La solución, lógicamente, sería otra. Pero para eso hay que tener un buen don de mando. Y que te dejen.

Decididamente, hoy, Domingo de Ramos, no es día para esto. A esta hora, mi padre y mi cuñado Frasco estarán en misa de doce. Enseguida, mis hermanos Manolo y Juan procesionarán las palmas bendecidas por la plaza de mi pueblo...Y yo aquí con estos dislates.

5 comentarios:

  1. ¡¡¡NO ME PUEDO CREER LO QUE ESCRIBE...,SI YO HABLARA....¡¡¡

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  2. El cuñado Frasco en misa !!!!!!!!

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  3. La falta de sexo con deseo sexual. Se publicó en el Lncet hace muchos años y eran las observaciones de un "farero", vamos de los que se ocupan de los faros que hay en las costas, que el hombre se pasaba en solitario todos los dias y le daba tiempo a observarlo todo dandose cuenta que cuando habia "contacto sexual" a la vista aumentaban el crecimiento de los pelos de la barba y de las uñas. A mi me ocurre igual que al farero, se me ponen uñas de Fu Man Chu.
    Te he enlazado tu escrito en mi muro de facebook, así que a ver si entras y te haces mi amigo.
    Antonio Pintor

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  4. ¡¡¡¡¿¿¿¿"ordeno las estanterías"?????!!!! jajajajajajaja.

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  5. Jo, con la Peque, no es mandona ni ná!

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